Portando pitos, tambores y pancartas, pasadas las 19 horas de ayer una gran cantidad de vecinos llegó hasta el acceso al funicular, para protestar por el que consideran mal servicio de la compañía a cargo del transporte. Los días hábiles funciona hasta las 19 horas y el fin de semana el movimiento es casi nulo, generando un grave perjuicio a los habitantes, en especial a la gente de la tercera edad que abunda en este cerro.
Cansados de no ser escuchados, tras un acto en el ascensor en forma espontánea los manifestantes se movilizaron a pie hasta el hogar del alcalde Jorge Castro en calle Yerbas Buenas, para exigir una solución al conflicto. Dicen no haber sido escuchados por el jefe comunal, y por ello se tomaron la calzada por unos instantes, hasta que personal de la Octava Comisaría de Carabineros los conminó a que estuvieran en la vereda sin interrumpir el flujo vehicular.
A voz en cuello exigieron la presencia del "Negro" Castro, pero un hijo les avisó que no se encontraba. Al rato llegó en su vehículo la esposa del alcalde, Roxana Ducasseau, quien sostuvo un áspero diálogo con un vecino que felizmente no pasó a mayores. Tras permanecer unos minutos en el lugar los residentes se dispersaron, pero para este viernes anunciaron otra movilización más radical para exigir sus derechos.
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